JOÃO FERREIRA OLIVEIRA «Estoy casi siempre bloqueado, por eso solo me queda seguir trabajando»

On 27 junio, 2013 by Redacción Creatividad Literaria

A origem das espécies

Cuando viví en Lisboa tuve la suerte y el riesgo de conocer a João. Suerte porque un trayecto en tranvía con él era como montarse en el tren de la bruja y recuperar las sensaciones de la infancia. Riesgo porque horas después estaríamos defendiéndonos, escoba de la bruja en mano, de una feroz manada de niños disfrazados de leones. Cheque en blanco de aventura y caos, siempre le he conocido maldiciendo ese caos que, a su parecer, no le permitía avanzar como escritor. Eso creía él. Aquí va su biografía: Comenzó a trabajar en el periódico Autosport y a continuación en las revistas de viajes Rotas & Destinos, Evasões y Volta ao Mundo, con las que sigue colaborando. Publica la peculiar crónica sobre fútbol Jogador de fim-de-semana tanto en su blog como en el site  P3 del prestigioso periódico portugués Público y es además autor de los libros A Origem das Espécies Reinventada (Trinta Por Uma Linha, 2011) y A Estranha História do Príncipe que Inventou o Abecedário (Máquina de Voar, 2012), ambos infantiles. El título de su próximo libro, Diário das Coisas Impossíveis, podría ser su epitafio solo si no fuera porque luego João las hace posibles.

Tengo el gusto de compartir sus palabras y el micro cuento Metrónomo (publicado en portugués por la revista A sul de nenhum norte, y ahora aquí en español)

Si es cierto que los niños tienen más imaginación que los adultos… ¿cómo te sientes cuando escribes para ellos?

     Me siento bien… tanto que me gustaría publicar 100 libros para niños todos los años. Es una exageración, lo sé, solo lo digo por ser ingenioso, pero cuando un niño suelta algo como «cuando sea mayor voy a tener 100 hijos» o «cuando sea mayor quiero tener 100 periquitos», él sí está siendo sincero. Hay una edad en la que la imaginación parece no tener límites, en la que todo parece posible. Me gusta  navegar por ahí.

En cuanto a las publicaciones semanales sobre fútbol, ¿es difícil huir de los tópicos? ¿estás haro del periodismo deportivo?

     No creo que sea difícil huir de los temas habituales, lo raro es que los temas sean casi siempre los mismos cuando se escribe sobre deporte. Si fue falta o no fue falta, si el jugador estaba o no fuera de juego… Eso no me interesa nada. Quiero decir, me interesa como aficionado al fútbol, yo también soy capaz de pasar varias horas discutiendo sobre eso, siempre que haya cerveza y cacahuetes, pero no me seduce lo más mínimo desde el punto de vista creativo. Intento desviar la mirada, ver cualquier cosa más allá… aunque para eso tenga que darle la espalda al campo.

¿Dónde está el límite de la creatividad en el periodismo?A estranha história do Príncipe que inventou o Abecedário

     La creatividad en el periodismo «acaba» donde comienza la verdad. Puedo ser creativo en mi abordaje a esta o aquella realidad, pero no puedo inventar determinada realidad. Es al mismo tiempo una limitación y un estímulo. En ocasiones inventar es la solución más fácil, pero al periodismo no le gustan las mentiras, antes o después se quejará. Una vez escribí un reportaje sobre un sitio que pocos conocían. Un amigo leyó el texto y me dijo: «Escribes bien, pero no me engañas».

     También haces periodismo de viajes. Cuando está impuesto hablar de sensaciones , porque para vivir debes publicar, ¿es más frío? ¿es más difícil ser original? ¿todo está permitido?

     Siempre que escribo sobre viajes lo hago en primera persona y cuando se escribe en primera persona parece que todo está permitido. Es una ilusión. En el momento en el que el lado periodístico comienza a luchar  para devolverte a la realidad,  conviene que aquí y allí dés alguna información útil. A los lectores les gustan las informaciones útiles, pero es una ilusión que vale la pena alimentar.

Y cuando escribes para tí, tus historias, relatos, ¿sacas tiempo? ¿o terminas aburrido de escribir para el periódico y la revista  y prefieres irte a jugar al fútbol?

     Conocí a un escritor que, un día, se despidió para ir a trabajar a un café. De aquella el hombre era redactor de publicidad. Ahora hay mucha gente que va a trabajar a una cafetería porque no le queda otra alternativa, pero, en su caso, fue una opción. No conseguía pasar todo el día escribiendo y todavía tener fuerzas para dedicarse a sus proyectos de ficción. Así pasaba los días sirviendo cañas y cuando llegaba a casa tenía unas ganas enormes de sentarse frente al ordenador. Es esto lo que a veces me sucede, pero como no sé tirar cañas, voy haciendo el esfuerzo de vivir rodeado de caracteres.

¿Tienes más frustraciones como escritor o como periodista?

     Como escritor no tengo frustraciones, porque creo que todavía no puedo ser considerado un escritor. Tengo dudas. Muchas dudas. Siento, eso sí, alguna frustración por no ser la mitad del periodista que un día imaginé – creo que ya tengo demasiados vicios y poca voluntad para luchar contra ellos.

¿Qué haces frente al bloqueo, cuando la creatividad no acompaña?

     Lo que más me gustaría saber es cómo reaccionaría si no tuviese bloqueos creativos constantes. ¿Empezaría entonces a escribir sin parar? ¿Escribiría entonces, por fin, algo verdaderamente bueno? Yo estoy casi siempre bloqueado, por eso solo me queda seguir trabajando.

¿Eres de esos que va siempre con boli y cuaderno?

     Soy de esos a los que les gustaría tener siempre un boli y un cuaderno conmigo, pero la organización no es mi fuerte. Me gusta tomar notas en los libros. Escribir en los espacios en blanco. Ahí justo es donde me gustaría publicar mis libros: en el espacio que otros libros no llenan.

Y cuando escribías sobre coches… ¿los coches son capaces de inspirar?

     El único punto que, hoy en día, me seduce de los coches es la posibilidad del viaje. Ir en coche es también viajar y eso sí puede ser inspirador.

¿Para qué sirve el apéndice?

No sé, no entiendo nada de comida china

 

 

 

 

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