JAVI GUERRERO «NUNCA ME PLANTEO SI ALGO ES AMORAL»

On 22 septiembre, 2013 by Redacción Creatividad Literaria

Hace menos de un mes que ‘Donde hay globos hay alegría’, la continuación de ‘Mi Marisa es un ángel‘, ha visto la luz vía donde hay globos hay alegríacrowfowding. Su autor, Javi Guerrero, es el responsable de unos cuantos cómics (Destaca la serie ‘Como los sapos ciegos’) y miembro activo de la Fundición Príncipe de  Astucias, donde se alegra de haber encontrado “pandilla”. Hasta aquí una presentación normal de autor que publica y tiene cierta participación crítica en la vida social, pero hay mucho más que le saca de un creador al uso. Primera pista: «Todo tiene que ver con la tolerancia que tengamos a la escatología cada uno».

Javi Guerrero dice que se inspira en los paletos de bar, que le hace gracia imaginarse conversaciones duras sobre sexo entre padre e hija, que caza conversaciones en el bus y que ya de niño vendía cómics subiditos de tono por cinco pesetas. Le influyeron, cree, el barrio de La Calzada y el humor de los del occidente asturiano. También ratifica que jamás se plantea la moral, que no le importan los pelos en la lengua, que sus ilustraciones son más suaves porque le parecería «muy facilón» lo otro y que los desvíos de sus personajes no tienen que ver con el autor: nadie cree que el que firmó ‘El perfume’ ande por ahí matando niñas. Como reflexión, entre anécdotas de los tiempos de peluquero, se plantea que dado el éxito de los portales pornográficos «ha de haber mucha gente que no es lo que parece», y que en los horarios infantiles hay bastante carga violenta, pero que «los problemas surgen cuando se habla de sexo».

Ahora Marisa y Mariano, los personajes de sus últimas dos publicaciones, entrarán en barbecho, porque su intención es  «hacer un libro infantil, que a mi madre le hacía ilusión que haga algo que pueda leer ella sin sonrojarse. Para finalizar me pregunta si yo no conoceré a alguna feminista que le quiera denunciar, que no le importaría que le sucediera lo que le pasó al artista Toño Velasco. Ahí queda la invitación.

** Vinos, patatitas, zumo, vinos y conversación sobre robots de cocina en El Portalón de Rioja (Gijón)

*** Una lástima que no entraran las acotaciones ni los calamares en su tinta del otro «fundidor» Enrique del Teso. No llegó el micrófono hasta el otro lado de la mesa.

 

Marisa y Mariano ya tienen secuela. ¿Cómo convives con estos personajes’

Convivir convivir no convivo, no estoy todo el día con la mente en ellos. Puedo desconectar completamente de lo que hacen, bueno, del libro y de la creatividad quiero decir. Ni siquiera yo a propósito puedo proyectar crear algo. Por ejemplo, cuando llevo un tiempo parado me digo “hay que empezar a hacer” y la cabeza ya se pone a funcionar, no sé, aunque esté comiendo o en el autobús, pero normalmente nunca busco la chispa. Yo estoy o encendido o apagado, y si estoy en encendido, aunque esté a otras cosas, estoy al tanto.

 

Pero con ellos en concreto tendrás una relación especial…

     Son como Homer Simpson y Marge o Pedro Picapiedra y Bilma. Bueno, son más peculiares, incluso pueden ser mmi marisa es un ángelás desagradables si me apuras, pero van en esa línea. Son personajes que yo he hecho y que siempre me pueden llegar a cansar, claro está.

<<Habla un poco más alto que hay mucho ruido en el bar y tengo miedo de que esto no lo grabe. Lo que pasa es que se va a enterar todo el mundo. Bueno, igual te compran el libro.>>

¿Y sigues con ellos?

No, voy a parar un poco para no agotarme. Quería hacer un libro infantil, que a mi madre le hacía ilusión que haga algo que pueda leer ella sin sonrojarse. La idea ye reunir experiencias, recuerdos que nos avergüenzan de cuando éramos niños. Pedir a la gente que me cuente experiencias de la infancia que les avergüencen, hacer en plan cómico, tipo libro infantil. Todos hemos hecho el ridículo cuando éramos guajes.

 

¿Cómo los construiste?

     ¿A Marisa y Mariano? Hice una vez un relato en el que un personaje, que no era Mariano, después de que su mujer le perdonara algo, acababa diciendo “mi Marisa es un ángel”. Me gustó la frase y fui atacando por ahí, fui componiendo el personaje a raíz de esa frase, pero en este último libro hay claves de que ella también tiene su carácter.

 

¿Pretendes provocar?

No, no que va, yo hago lo que me haría gracia a mí leer, lo que pasa es que debo de ser muy cabra. Si debe de haber mierdas en un párrafo pues tiene que haberlas, no es que yo a propósito diga, “venga vamos a meter un poco de mierda que vende”, no, no.

 

En las novelas gráficas, ¿cómo es tu método de trabajo? ¿escribes la historia y luego dibujas? ¿o viceversa? ¿o a la como los sapos ciegosvez?

     Cada vez hago menos novelas gráficas. Para mí son relatos ilustrados en los que meto cómic porque le cambia el ritmo. Me parece más ágil, más divertido. Si te cansas de leer pues ahí tienes el cómic. El que compre el libro pensando que es una novela gráfica va a decir “esti me engañó”. Hay gente a la que no le gusta mezclar. Si quiero una novela, pues novela, y si quiero novela gráfica, pues novela gráfica. Mi estilo puede ser malo a la hora de conseguir un editor, pero bueno, a lo mejor estoy creando escuela.

 

Un día una amigo al ojear  ‘Mi Marisa es un ángel’ dijo “este tío lo que es es un cerdo”. ¿Eres consciente del rechazo inmediato que tus novelas provocan en algunas personas? ¿Cómo te lo tomas?

          Lo ha mirado y no lo ha leído. Es probable, las palabras como “chupar pollas, heces y orina” en medio de los párrafos son como letreros luminosos. Tú lees eso y ya no lees nada más, ese es un libro de heces y orina y chupar pollas. A lo mejor si leyera un poco más se encontraría con un relato que cuenta lo sensible que es Mariano cuando se pone a contemplar las estrellas porque de niño tuvo una experiencia traumática o lo contrario. Algunos deben de pensar cuando Mariano dice eso de “revolcarse entre heces y orina dependiendo del organismo que lo genere”, deben creer que son desviaciones del autor, pero son desviaciones del personaje, igual que al que escribió El Perfume no le gustaba matar niñas, supongo. Eso me recuerda algo, por mediación de un familiar una señora mayor, bueno no estaba jubilada, trabajaba en un banco, y vamos que no era la lectura más recomendad porque era un poco conservadora, pues compró mi libro, y un día después le dijo a este familiar “puedes venir a recoger esta basura cuando quieras, es asquerosa, me dan ganas de vomitar”. Yo lo comprendo. Todo tiene que ver con la tolerancia que tengamos a la escatología cada uno. Habrá personas que se lo imaginan muy físicamente cuando empiezan a oír hablar de coprofagía, sin embargo las ilustraciones yo las hago más suaves, son más light. Intento evitarlo visualmente,  una mamada por ejemplo ,no se ve pero el que está hablando vamos, en fin, dibujarlo me parece un recurso muy facilón. Enseñar ahí toda la escatología, todo lo escatológico, no sé qué se quiere demostrar con eso, home, no es que reniegue de los que hacen eso, que pueden hacer coses muy guapes, pero no es lo mío. Tengo principios, vamos. Pero bueno. Ye cultural. Como lo de Bukowski, una vez me preguntaron si me gustaba. No sé, el tío siempre cuenta las mismas borracheras, igual en Estados Unidos, con el tema de la ley seca y tal, pues igual se les hace súper escandaloso, ¿pero aquí?. Por ejemplo, hace años me gustaba observar los comportamientos de los niños y de las niñas en los colegios, cómo actuaba cada uno, como experimento social, vamos, pero ahora, con el bastón, la barba, y la pinta esta de cuervo, haz poco mirando a través de las verjas de Primo de Rivera, el colegio este de la calzada, tuve una sensación entre los profesores que había allí de manada inquieta. Empezaron a mirar para mí, o fue sensación mía.

 

¿Por qué optas por el crowfowding?marisa

 <<Me has pillado con la boca llena. Voy a aprovechar yo también. >>

No hay dios que me edite los libros hombre. La primera opción sería que una editorial te lo publicara, otra sería subvencionarte tú, hacer menos ejemplares y pagarlos sin más, pero es que el crowfowding es muy apetitoso. Haces una promoción con lo cual ya estás trabajando en la venta de los libros que sobran. Solo se puede hacer el crowfowding cuando tienes una base de gente que te lee. Fernando Esteso lo intentó para una obra de teatro, ‘Devuélvele la sonrisa a Fernando Esteso’, pedía nueve mil euros y sacó seiscientos. Joder es muy barato. Si consigues el dinero, ya tienes amortiguada la imprenta. Ya no te importa que del resto de libros la librería se lleve el cincuenta o el sesenta por ciento. Sí necesitas el dinero pero ya no tanto. Claro, me imagino que una editorial pequeña seria o un auto editor, que quisiera vivir de ello, no tiraría del crowfowding constantemente. Si quiere editar muchas cosas das la brasa. Tiene un tope el crowfowding, hasta dónde puede aguantar la gente. Sí que hay casos en los que está funcionando, en los que la gente está esperando que el autor saque el siguiente libro, la siguiente serie, o gente que tiene ya tiene mucha fama y se quiere librar de su editorial y piden hasta cincuenta mil euros, y los sacan, y más. claro había muchísima gente que lo quería comprar y se fiaban porque ya sabían lo que se iba a encontrar.

 

La Fundición Príncipe de las Astucias es un lugar donde publicas historietas, dibujos, etc., esa colaboración, ¿qué te aporta como autor y como persona?

      Como autor sobre todo me aporta que yo de actualidad política y todo eso yo no tenía ni repajolera idea de cómo atacarlo. Empecé haciendo dibujos para otros y luego acabé haciendo historias mías, de todas maneras no soy el que mejor hace cosas de la temática que suele llevar la Fundición.  Intento meter escatologías muy duras, somos asamblearios y todo el mundo tiene sus gustos personales pero a todo el mundo no le gusta ver un zurullo en la página, pero a veces arriesgo y meto y digo a ver qué pasa y tal. A veces el chiste es lo suficientemente bueno como para que alguno se coma su asco por la mierda y no se lo cargan. Hombre y como persona, gente como Enrique, por ejemplo, pues ahora tengo amiguinos con los que salir los viernes. Yo casi ya no tenía pandilla. Si vas solo parece que yes un raru por ahí por los bares ¿no? Y ahora quedes pa comer por ahí. Es una vuelta a la escuela. Cuando vuelvo a caso mi novia me pregunta, ¿qué? ¿hiciste amiguinos?

 

¿A ti qué cosas te inspiran?Portrait of a group of business people laughing against white ba

      Tengo muchas historias de autobús a raíz de  frases que escucho. Lo de la inspiración está bien, pero es cierto lo de que te pille trabajando. Escuchas una cosa y dices, “esto vale”. También me gusta escribir un relato partiendo de una frase absurda, tienes que tirar de ella, diálogos sobre todo donde el otro tiene que contestar. Lo de la improvisación tienes que intentar que nunca se corte, seguir, seguir escribiendo y a lo mejor escribo ocho páginas y no me valen de nada. Las paro, las guardo y otro día descubro algo que me gusta, que me mola, y por ahí tiro, igual me sobra el cien por cien de lo que tenía escrito pero tiro por una rama nueva que me abre otra historia que no tiene nada que ver. En realidad tiene truco, lo saqué aprovechando los libros de Edward De Bono sobre la creatividad, más que nada los publicó pensando en empresas y tal y no contaba con que artistas lo usaran. Eso lo aprendí un poco de ahí, se llama proposición o propuesta absurda, algo así, P.O lo llama, creo. La verdad ye que ye un sistema muy guapo que consiste en empezar con una proposición ridícula. Cuenta que  de la frase de él “las ruedas deben de ser cuadradas” se sacó un nuevo sistema de suspensión para los coches. Tiene gracia ¿no? Pienses eso, vas tirando del hilo y terminas sacando algo. Él también dice que creativo no es tener cualquier idea  que pasa muy a menudo. Todos los desvaríos que salen de la gente pueden valer mucho o valer una mierda. Si haces un monólogo de diez páginas sobre la lluvia puedes llegar a aburrir, vamos para mí es un coñazo.  Cuando tenía la peluquería, a un cliente gitano le gasté una broma sobre las patillas, era un niño de once años, le pregunté, “¿te corto las patillas?”, de broma porque no tenía,” ¿o te las dejo largas?”, y fíjate lo que me contestó, me dijo “Ay, no digas eso. ¿Que no diga el qué?. Patillas joder, ¡qué palabra más desagradable!”. Me llamó la atención que el guaje pensara así en las palabras. Tenías que verle en la cara, como si le hablaras de ratas muertas. Era genial. Yo coleccionaba colillas de lápices, de esos rojos y amarillos, y le conté el problema que tenía, que los niños pensaban que eran chucherías y los cogían. Yo los tenía en tarros como adorno y los niños me las cogían. Y le dije que yo quería batir el récord de botes llenos de colillas de lápices y él se lo creía y a partir de ahí, cuando venía decía “cuidado con coger ninguno que son para el récord guiness”, era el guardián de los lápices. Vilo el otro día y ya le cambió la voz, va, ya no me hizo gracia, no me preguntó por los lápices. Debió de caer de la burra y pensar “este es el gilipollas que se reía de mí”.

 

Oye, esto es una tontería, yo conocía el dicho “donde hay pelo hay alegría”… Lo tuyo de los globos ¿de dónde sale?

      Si hay una frase que me gusta mucho la utilizo para los títulos. Da igual que la frase no tenga nada que ver con la historia. Me hizo gracia la frase y además le da un punto de libro infantil. El libro tiene un formato ya así apaisado y lo abres y luego tiene todas esas barbaridades dentro. Me gusta el contraste este: escatología, humor negro.      

A todo esto también es difícil de explicar, no sé, yo le tengo mucha manía a las presentaciones por ejemplo. Se pierde la naturalidad, por eso las retraso. Yo no quiero caer en eso, ponerme ahí a hablar delante de la gente como si hubiera escrito ‘El Quijote’, no habrá cosas más importantes. Hablar de escatología en serio, ay, decir que «está bien argumentada» como dije el otro día en la radio, “no me gusta poner una mierda sin más, tiene que haber exigencias del guión”, es ridículo. Por cierto, en Trainspontting hay una escena cojonuda. Ahí el que no suelte la carcajada…

 

¿Hay amoralidad en tus libros?dibujo

      Sí, pero no la que tengo yo, no menos que la que veo que tienen los demás, es la sensación que a mí me da. Por ejemplo, la oferta de pornografía que hay y son páginas de éxito, por tanto hay mucha gente que parece lo que no es. ¿Amoralidad? Sí claro, habrá. Describo lo que piensan realmente los personajes, no lo que deberían  pensar o lo que lo que a la gente le agradaría que pensaran realmente. Me imagino que hay gente que piensa que un autor tiene la misión de adoctrinar. El que escribe escribe lo que le gustaría leer. Yo nunca me planteo si es amoral, nunca digo “uy esto no sé si debo ponerlo”. Si un personaje dice “calla subnormal”, hay quien dirá “cómo pones subnormal, que ofendes”. Como son personajes que quiero que tengan algún parecido con la realidad tendrán que decirlo. La verdad es que la moral no es algo que tenga en mente en ningún momento. Seguro que nunca una sección de afectados de ictus cerebrales me dirá nada. Pensarán “qué bien lo lleva”. Es como lo de este monologuista que estaba en silla de ruedas y que antes de ser conocido le envió un monólogo sobre su incapacidad a otro profesional y este le dijo “si salgo yo haciendo esto en la tele me comen, esto solo lo puedes hacer tú”. Que se ría otro es lo que no se ve bien.

 

¿Cuáles son tus fuentes de “documentación”?

     Me documento muy poco, procuro contar historias que no necesiten documentación. Si voy a hablar de algo mejor que lo que vaya a decir sea verdad y le pregunto a alguien que sepa. A mí lo que más me gustan son los paletos de bar, de barra. Los niños también tienen muy buenas salidas que si pones en un adulto funcionan muy bien. También mucho es el barrio, el barrio de La Calzada y el pueblo, la gente del occidente que tienen un humor peculiar. Las historias del barrio, la gente de mi quinta éramos muy amorales, la corrección política no existía. La sensación que yo tenía era que había mucho desarraigo. Los padres, la mayoría, eran de fuera y tirando a con pocos estudios. Nosotros podíamos ser la primera generación que estudiaba, que iba a la escuela. La generación que teníamos por encima en ese sentido estaba muy perdida. Serían muy trabajadores y todo lo que fuera pero no tenían mucho pensamiento crítico.

 

Sin pelos en la lengua es una máxima para ti ¿no?

      Sí, sí, sí.

 

¿Y el humor? ¿De qué lo alimentas?

      Hay cosas en las que me repito continuamente, por ejemplo conversaciones entre padres e hijas. Un padre y una hija hablando de sexo de una manera muy dura me parece divertidísimo. “¿Algún día me van a follar papá? Sí hija, te van a follar. ¿Y me dolerá? Sí, pero igual disfrutas como una perra”. Conversaciones así imposibles como si fuera algo natural. Que haya mucho contraste. Situaciones a las que no estamos acostumbrados. Básicamente eso, que no sea lo que se espera. Ves una viñeta con un padre y una hija y no esperas que ocurra eso. En realidad es bastante básico, luego se puede hacer de una manera más sutil, más divertida, pero básicamente tiene que ser eso buscar lo contrario a lo que esperamos.

 

¿A qué edad empezaste a escribir y dibujar?

     Empecé con los cómics de guaje. Con once años o así. Se los vendía a los amigos. Llegué a cobrar hasta cinco pesetas. Cuando iba a sexto hice una novela muy divertida con mucho sexo y esa cuando la llevaba a clase volaba, hacía una entrega a la semana y la cogían todos. Luego tuve mucho tiempo de parón. Trabajando en cocina no te quedan ganas de dibujar ni de escribir ni nada. Tuve mis parones pero más o menos siempre tuve eso en la cabeza, contar historias. Lo intenté con el arte moderno y no, eso no se me dio bien. N,o sé en el arte moderno es todo tan tan sutil que nunca sabes lo que quieren decir y va Toño Velasco y hace un cuadro de una tía sacando la lengua y mira  el pollo que se montó, eso llega más. Yo quiero que me denuncien joder. Ya le dije a mi novia, que  tiene amigas feministas, pero nada, son de la rama buena y no consigo nada, hasta me compran los libros. ¿No conoces tú a ninguna  feminista algo mongolona que diga «esto es intolerable»? Eso sí que sería bueno.


¿Hay recomendación de edad en tus libros?

     Hombre, no porque no le vaya a pasar nada a un niño si lo lee, solo porque creo que no lo va a entender.  Los niños lo que no entienden pasan de ello como de la mierda y ya está, no hay ningún peligro. Da lo mismo lo que sea. Se les dan cosas muy duras en horarios infantiles, cosas violentas, y  parece que no hay problema con eso. Cuando es relacionado con el sexo empiezan los problemas. Si el crío aguanta más de diez minutos con el libro eso ye que ya le interesa, vamos, que ya le pica, pero si no dirá a mí que me importa esto.  Lo leerá cuando ya le entre la curiosidad por ese tema, cuando, como dicen, “tenga la maldad dentro”.

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